Quisiera escribir
De amor
Pero mis tiempos no son de amor
Quisiera escribir
De paz
Pero mis tiempos no son de…
«Viento de noviembre». Dúo Niágara.
Ayer un amigo que trabaja como taxista y que tiene un sinfín de historias —y quien por cierto tiene un sentido de la ubicación prodigioso y podría hacer mapas de fantasía sin ningún problema— nos preguntó mientras nos iba a dejar de un lugar a otro de Valencia: “¿Qué se necesita para escribir un libro?”.
La respuesta es tan sencilla como “escribir”, y es que muchas veces es suficiente. No se puede vivir del amor, y aunque hay cierto glamour al decir “quiero escribir un libro”, no, no se puede hacer sin escribir.
Se acabó el verano en España y muchos se hacen la misma pregunta. Lo que podemos contestar como editores y consultores es la misma respuesta, pero con variaciones y distintos colores si se trata de aproximaciones a la escritura. Por eso quisimos elaborar un somero artículo que habla de aquellos cuatro deseos de fin de curso que, probablemente, se consoliden o, por el contrario, se vuelvan a repetir tras Navidad. En cualquier caso, con motivación tarde o temprano se consiguen.
La primera novela
Muchos de las autoras y autores que trabajan con nosotros y que interactúan de continuo en nuestro Instagram llevan años de experiencia escribiendo ficción. Relatos cortos, minirelatos, relatos relámpago o como se les quiera llamar, y concursos miles, y quizás, quizás algún relato que supere las diez páginas de Word y que abra una trama.
Sin embargo, algunos no se han lanzado a escribir su primera novela. Porque suena difícil; porque es muy largo; porque requiere compromiso; porque pensar en personajes, espacios y tiempos puede reventar tu cabeza; porque y muchos más porqués.
Lo proponemos, así, como uno de los grandes propósitos a cumplir en este inicio de septiembre y con probabilidad el más difícil de cumplir. Sin embargo, hay esperanza, pues para eso hay que organizarse, y en eso estamos nosotros y los artículos de nuestro blog, que les darán un poco de inspiración.
La biografía de vida
Todas las vidas valen la pena. Todas debemos escribir un libro, escribió una aficionada a la lectura en nuestro blog. Así como la lectura, la escritura sirve como testimonio, autoconocimiento y superación de la soledad en estos tiempos tan convulsos. La consideramos la forma de comunicación por excelencia, y la más duradera hasta ahora.
Todos tenemos una existencia, ya sea alegre, atribulada o ambas, y cada una tiene matices y detalles riquísimos que pueden dar vida a un buen libro. Es este nuestra idea como propósito para llegar con una esperanza literaria a la rentrée.
Relatos cortos
También tenemos autoras y autores que gozan de escribir relatos cortos, ya sea de dos páginas o de algunas más. Ellos son nuestra inspiración cuando nos sorprendemos con sus relatos, y a la vez nuestro trabajo funciona como aliciente para el advenimiento de sus propias musas.
Jorge Luis Borges, el aclamado escritor argentino, un genio inefable, no escribió nunca una novela y aun así lo consideramos uno de los más grandes de la literatura universal, traducido a decenas de idiomas.
Por ello, también se puede explorar la escritura a través de los relatos. De hecho, es el género en el que podemos verter distintos temas que nos conciernen y nos llaman la atención sin arriesgar demasiado tiempo, teniendo en cuenta el mundo acelerado que pisamos.
De modo que este es otro buen propósito. Y vamos al siguiente y último.
El blog como primeras prácticas
Abrir un blog es muy sencillo. En él podemos decirlo todo y puede ser privado o público. Podemos escribir ficción, no ficción, la narración de nuestra vida, las ideas que invadieron nuestra mente cuando estábamos en el supermercado o algún que otro poema.
Como buena plataforma digital que busca hacer las cosas más fáciles, este propósito es uno de los más sencillos de cumplir y, a la vez, aquel que nos dará experiencia poco a poco hasta que podamos por fin conseguir escribir aquella obra magna de la que todos hablarán en pocos años.
¡Buen inicio de curso para todos y todas!
