Cuando nos enfrentamos a la tarea de componer y, por consiguiente, comunicar con colores, es decir, diseñar y aplicar color a alguna pieza gráfica, nos vemos en la complicación de justificar nuestros criterios para elegir uno u otro. Existen varios factores que podemos mencionarle a nuestro cliente. Detallaremos dos de los más importantes a continuación.
Un elemento básico para trabajar es el contraste, ya sea con un texto o una imagen. Y naturalmente es necesario, cómo no, manejarlo a la perfección. Este se define como la diferencia de intensidades entre distintos puntos de una imagen funcionando en conjunto. Si estos elementos poseen el mismo brillo, por ejemplo, no contrastarán, si no que se perderá el uno en el otro.
Esto no es bueno ni malo, al menos si se hace intencionadamente. Todo puede ser parte del concepto, siguiendo con el ejemplo anterior, si se trata de algo sutil, se pueden usar dos elementos con tonos similares de un mismo color para lograr potenciar esa idea.
En cuanto a este factor, si se está trabajando en un libro, hay que tener cuidado con el objetivo más importante de este: que se pueda leer bien. No se debe comprometer la legibilidad del texto por usar un color. ya sea de fondo o en la misma tipografía. Como mínimo se debe respetar este criterio en el grueso del contenido; puede tener pequeños elementos destacados, con un diseño más elaborado en colores, por ejemplo, aunque la mayoría de las publicaciones usan el negro sobre fondo blanco, lo más tradicional posible.
Temperatura
La temperatura es algo que puede ser más familiar. Siempre se escucha hablar sobre los colores de “invierno” o de “verano”, o colores «fríos» y «cálidos», o se da el caso de que en la escuela nos mostraron y enseñaron una rosa cromática donde se hacía referencia a esto.
Técnicamente se llaman colores cálidos (rojo, amarillo y naranja) y fríos (azul, verde y violeta) aquellos que nos ayudan a transmitir sensaciones y emociones. Si bien la idea de que se pueda sistematizar y transmitir un sentimiento es compleja, a grandes rasgos funciona.
En nuestra sociedad, los colores cálidos nos recuerdan al fuego, a lo acogedor, como también a lo violento, peligroso. En cambio, los colores fríos pueden transmitir melancolía y soledad.
Sabiendo esto hay que usarlos con cuidado para no dar un significado erróneo o confuso. No por nada, cuando sentimos somos una caja de sorpresas.
El color de moda puede convencer
Un tip extra: este año 2019 el pantone definido como el color del año es el living coral, nada parecido al color del 2018: «Un color animado, que afirma la vida, un matiz relajado de coral que energiza y anima con suavidad», como definen ellos mismos.
¿Por qué no jugársela un poco y darle algo de frescura al diseño? Si bien no siempre puede ser el color principal dado los conceptos que puede tener el diseño, incluirlo dentro de la paleta cromática es una alternativa atractiva a los ojos de los clientes.
Con estos pequeños tips podemos tomar una elección racional, y por lo tanto justificable en cuanto a las decisiones de colores, aunque claro, siempre se puede usar la intuición de diseñador. Muchas veces el ojo entrenado con la experiencia vale más que un manual.
¡Para gustos, colores!