Por: Zahara Castro Rodríguez
Has acabado de escribir tu libro. Lo revisas una y otra vez. Se lo muestras a algún familiar o amigo para que lo lea y te diga qué puedes mejorar. Retocas un poco. Lo vuelves a revisar. Crees que está listo para publicar pero no estás seguro/a del todo.
Al final, tú sabes lo que has querido decir con cada palabra, ya tienes el contexto en tu cabeza para cada una de las situaciones que describes en el libro. Necesitas la ayuda de una persona externa, un profesional que observe el texto y aporte la visión de un lector desconocido con ojo crítico además de la del experto lingüístico. Es momento de que te ayude un profesional de la edición.
Esto es algo de lo que ya hablamos en uno de nuestros artículos cuando mencionamos la obra El río más allá de los hielos de Carlos Cordero desde la perspectiva de la edición.