Por: María Fernanda Rozas y Barbara Salcedo
Llegó un nuevo #8M, que en Chile estará marcado por un contexto sociopolítico bastante complejo, y como editoras de Vuelo Ártico no podemos guardar silencio y no decir, no escribir.
Si bien en posts anteriores hemos hablado de lo que significa para nosotros este día y también hemos escrito sobre el rol que ha tenido la mujer dentro del canon literario, muchas veces faltan palabras para graficar lo que ha significado el desarrollo de la lucha feminista durante este último tiempo. Por eso y, especialmente hoy, nos tomamos esta palestra para compartir con ustedes algunas reflexiones respecto de lo que ha sucedido en el último tiempo en Chile, España y en el resto del mundo con el movimiento feminista. Porque tenemos una sola convicción: todas deberíamos ser feministas… y todos deberíamos ser feministas, y no solo hoy, sino que todos los días.
#8M 2019, Chile
Si bien el Día Internacional de la Mujer del año pasado en Chile fue histórico, la conciencia feminista comenzó a tomar mayor visibilidad en el 2016, cuando el caso de Nabila Rifo en Chile y el de Lucía Pérez en Argentina fueron los estandartes del #niunamenos; y el 2017, donde se realizó por primera vez un paro feminista que fue bautizado como #8M, acoplándose a lo que estaba sucediendo con el movimiento a nivel mundial.
Ahora bien, el 2019, como nunca, se movilizaron más de 800 mil mujeres en todo el país, que juntas marcharon para derribar todas las presiones estructurales que se nos imponen día a día. Esta movilización feminista marcó un precedente y fue el inicio de las movilizaciones que han estado presentes en el país tras el 18 de octubre. Hoy en día, muchos consideran esta marcha como una inspiración para el estallido social.
Orgullosas debemos sentirnos de haber inspirado al resto de nuestros compatriotas para manifestarse por lo que es justo.
Paridad de género
Tras el Acuerdo por la Paz y Nueva Constitución que firmaron distintos partidos políticos en “respuesta” a las demandas de la ciudadanía tras el estallido social, comenzó a escucharse sobre la paridad de género. A este respecto, muchos empezaron a exigir que el órgano encargado de crear esta nueva carta magna debía estar compuesto por igual cantidad de mujeres y hombres. Si bien podría parecer una petición un poco extraña en los días que corren, muchos se escandalizaron con esta petición feminista, bajándole el perfil e intentando excluirnos, nuevamente, de un proceso histórico.
El día 4 de marzo hubo un vuelco en el proceso y en el Senado se aprobó la paridad.
Las Tesis
Unos días después del acuerdo que busca plantear un cambio desde la clase política, Las Tesis, colectivo chileno feminista que se hizo reconocido a nivel mundial por la performance “Un violador en tu camino”, organizó la primera intervención en Valparaíso, donde una veintena de jóvenes se manifestó coreando “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía”. Este estribillo, uno de los más escuchados en el último tiempo, permitió que muchas mujeres que han sido violadas puedan no solo denunciar a su agresor, sino que también liberar, en parte, su dolor a través del canto.
Gracias a Las Tesis, el movimiento social tuvo un nuevo aire en que las mujeres tomaron un nuevo protagonismo. Un claro ejemplo fue la convocatoria a la versión de Las Tesis Senior que reunió a más de 10 mil mujeres en las afueras del Estadio Nacional, reconocido centro de tortura en la dictadura.
Las autoridades chilenas, ¿qué dicen?
Dolorosamente, ni la ministra de la mujer, Isabel Plá, ni el presidente Sebastián Piñera han estado presentes ni se han manifestado a favor de la concientización feminista. La primera ha sido acusada, con justa razón, de no emitir ningún juicio antes los miles de casos de abusos y violaciones que han ocurrido en el último tiempo. Sin ir más lejos, la ministra ha sido interpelada por algunos parlamentarios por su nulo trabajo y apoyo hacia las víctimas del estallido social.
Sebastián Piñera, por su parte, lo ha hecho peor. Sin ir más lejos, en el marco de la promulgación de la ley Gabriela, que amplía el femicidio a todos los crímenes por motivos de género, expresó lo siguiente en su discurso: “Porque a veces no es solamente la voluntad del hombre de abusar, sino que también la posición de las mujeres de ser abusadas”.
Aquí, Piñera no hace más que culpabilizar a las víctimas. Esta desafortunada e inapropiada declaración no es la primera de este tipo que realiza en su mandato. Frases como “cuando una dama dice que ‘no’ quiere decir ‘tal vez’, cuando dice ‘tal vez’ quiere decir que ‘sí’, cuando dice que ‘sí’ no es dama”; o “vamos a aplicar el viejo y sabio principio de la minifalda, tiene que ser lo suficientemente larga para cubrir lo fundamental y suficientemente corta para mantener la atención”; o «bueno. muchachos, me acaban de sugerir un juego muy entretenido. Todas las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas, y nosotros los hombres nos tiramos encima y nos hacemos los vivos». Estas barbaridades no hacen más que reflejar la sociedad machista en la que vivimos.
Lo cual hace preguntarnos, ¿a quién tenemos que recurrir cuando nos violentan si ni las autoridades pueden hacerlo?
¿Qué pasa en España?
Este es el primer #8M del nuevo Gobierno de coalición entre socialistas y moradas, partido político liderado por el vicepresidente Pablo Iglesias, que viene cargado de tensión y polémica entre ambos partidos por una lucha de igualdad que debería traernos de todo menos esta controversia.
Las últimas declaraciones de unos y de otros han traído cola durante estos días y nos han dejado un ambiente un tanto agridulce para la espera del día del feminismo. Y parece que mientras las capitanas Calvo y Montero compiten por quién es más feminista, el bando ultraderechista contrario, VOX, sigue campando a sus anchas y despreciando al completo el buen fin de este movimiento que solo defiende y promueve la igualdad entre nosotras y todos vosotros, hombres y mujeres.
Después de las cifras históricas que este acto consiguió en 2019, este año también está garantizado el éxito en todas las ciudades, lideradas por Madrid y Barcelona, a pesar de no haberse convocado ninguna huelga como en 2018 y 2019. Manifestaciones, concentraciones y actos se han programado por toda la península, defendidos también por el Ministerio de Igualdad y el Gobierno bajo el lema #Libres.
Porque libres nos queremos todas, libres para vivir, decidir y morir. Libres para salir de casa y libres sobre todo para volver a casa cuándo, cómo y con quien queramos; libres para ir aquí o allí; libres para viajar solas y sin miedo; libres para hablar y para callar; libres para ser madres o no; libres para juntarnos a ellas o a ellos; libres para decir sí, pero ante todo libres para decir NO.
En cualquier caso y sea cual sea el lema, que una vez más este 8M sirva para abrir los ojos a aquellos que no entienden que no existen más diferencias que las intenciones de cada uno. Nuestro sexo, la largura de las faldas y la persona con la que nos levantemos cada día no son significativos para dejarnos en el segundo puesto que siempre se nos ha cedido.
Pero lo que sí defendemos es que no solo nos vestimos de morado este domingo para que el mundo machista entienda que la igualdad y la equidad tiene que convertirse en una realidad, sino que a diario vosotros y nosotras debemos actuar para ser el mismo conjunto.
El mundo, ¿qué dice?
En el último tiempo, los movimientos feministas han ido creciendo de la mano con los movimientos sociales, algo que no solo ha ocurrido en Latinoamérica, sino que el mundo. Si bien muchas veces el panorama suele ser abrumador porque aún tenemos altas tasas de femicidios, violaciones y abusos de todo tipo, hay una luz de esperanza en las nuevas generaciones que ya no tienen miedo en vociferar lo que vivimos día a día, además de ir creando una nueva conciencia feminista. Un recambio que le entrega nuevos aires a la lucha en la que hoy estamos inmersas.
Con este pequeño recorrido de lo que ha sucedido durante el último año respecto al feminismo, nuestra invitación, ya no solo como editoras sino que como equipo íntegro de Vuelo Ártico, es a informarse y a involucrarse en el movimiento feminista, desde nuestra disciplina hacia fuera y a todas las esferas de la vida.
Porque el feminismo no es lo mismo que el machismo, sino que es una lucha histórica que si bien ha ido mutando, básicamente busca destruir aquellos constructos instaurados por el patriarcado, donde se nos invisibiliza día a día.
Si bien el llamado de algunos grupos es que este #8M solo las mujeres y disidencias sexuales se movilicen en las calles, si eres hombre también puedes contribuir, desde tu lugar, en esta lucha: cuida de tus hijos u ofréceles a tus amigas o familiares cuidar de ellos mientras marchan; cubre a tus compañeras en el trabajo y, si eres jefe, dales el día libre para que puedan manifestarse en tranquilidad. Por último, si llegas a ir a la marcha, escucha más y quédate en las filas de atrás, no interviniendo.
Esperamos que hoy marchemos las que más podamos para construir un nuevo mundo que nos incluya verdaderamente. #nuncamássinnosotras.