¿Chef punk? Sí, este calificativo no es casual: Anthony Bourdain, hijo de un ejecutivo de Columbia Records, vivenció en carne propia la aparición en la escena musical de The Ramones y Talking Heads y compartió experiencias musicales y gastronómicas con el legendario Iggy Pop y Josh Homme, vocalista de Queen of the Stones Age.
Pero no solo su vínculo con la música lo hacen merecedor del carácter punk, sino que también sus ideas en torno a la alta y tradicional cocina francesa.
Siguiendo el ejemplo de las recomendaciones literarias para este año, queda preguntarse: ¿por qué estoy escribiendo sobre esta reconocida figura del espectáculo televisivo que se quitó la vida el viernes pasado? Porque este personaje nunca se ciñó a un rubro; amaba inmensamente, por ejemplo, a los poetas malditos (Baudelaire, Verlaine, Rimbaud) y escribió, incluso, sobre sus vivencias.
Sí, Anthony Bourdain no solo era chef y presentador, sino que también se sumió en la literatura. Y bastante.
La escritura de un chef
Muchos pensarán que Bourdain solo escribió libros biográficos aludiendo a su experiencia en las cocinas por las que pasó cuando era joven o los múltiples viajes que hizo devorándose el mundo. Pero también dio a luz, entre otras, a dos novelas, que si bien pasaron sin pena ni gloria se volvieron a reeditar cuando Bourdain se catapultó en los sets televisivos. Como es natural.
Confesiones de un chef es el libro que lleva finalmente al cocinero a la televisión (fue uno de los libros de no ficción más vendidos en Nueva York), cuya narración vívida y ácida de lo que sucede en las cocinas neoyorkinas, sin reservarse mucho, lleva aparejada una pluma bastante certera y sincera.
Su prosa te hace entrar en los fogones, dentro de los aromas de diversas preparaciones que se van cohesionado para tenerlas medianamente armadas antes del servicio y de las mil y una noches de juerga, sexo y drogas que al parecer son el único mecanismo de resistencia que tiene un chef que pasa la mayor parte de su día encerrado en las paredes de un restaurante.
No Reservations, homónimo a su programa de televisión, es otro de los títulos que llamaron la atención pues Bourdain se muestra como un personaje que recorre el mundo no solo movilizándose geográficamente, sino que también a través de la cocina callejera. Así, como un antropólogo con sus instrumentos de observación sobre la cocina, vislumbra lo que cada pueblo tiene para mostrar al mundo a través del lente de una cámara.
Otro de los grandes es Viajes de un chef, que recoge las experiencias que tuvo Bourdain en su primer programa de televisión, exponiendo lugares como Vietnam, Camboya, Rusia, Portugal, Marruecos y San Sebastián, por mencionar algunos de la gran cantidad de sitios del mundo firmemente relacionados con su cocina local.
Los libros y la cocina como inspiración
Escribo esto porque sus relatos me inspiraron a cocinar y a viajar, algo que no solo sucedió conmigo, sino que con millones de personas desde el ex presidente Barack Obama hasta los dueños de El Hoyo, restaurante de Santiago de Chile que Bourdain visitó en el año 2009 y al cual le dedicó un sentido obituario.
Sus crónicas gastronómicas forman parte de una literatura sabrosa, abordando temas que abarcan cientos de libros que son bastante requeridos por los lectores; un gran boom en el último tiempo. De manera que los invito a leer la pluma ácida y certera de Bourdain porque viajarán con ella en la medida que avancen en sus páginas.
Sugiero, por supuesto, maridar la lectura con una copa de vino y un buen picoteo. Buen viaje a través de su prosa y bon appetit!