La industria editorial llegó al año 2020 en mucha mejor forma de lo que la mayoría pensaba cuando la pandemia de la Covid-19 comenzó hace dos años. Aunque hubo muchos desafíos y algunas editoriales tuvieron dificultades, la mayoría de ellos tuvo «buenos» años y las ventas generales de la industria fueron inesperadamente estables. Con la esperanza de que los efectos negativos de la enfermedad disminuyeran en 2021, la mayoría de los elementos de la industria esperaban que el negocio se asentara en una especie de nueva normalidad el año pasado.
Pero no fue así. El hecho más importante de 2021 al respecto fue el impacto continuo de la pandemia en la industria.
¿Qué se hizo durante la pandemia?
Los «en vivo» o «directos» de autores y las ferias virtuales se convirtieron en prácticas habituales en 2020, pero se esperaba que 2021 trajera consigo la vuelta a los eventos presenciales; sin embargo, esas ideas se vieron frustradas. Pese a ello, algunas librerías empezaron a experimentar lentamente con apariciones de autores en vivo cuando tenían el espacio al aire libre o también dejando que un número limitado de clientes estuviera en el interior de la librería tomando los cuidados.
Otra cuestión con la que se enfrentaron los libreros independientes a lo largo de 2021 fue cómo hacer cumplir de la mejor manera los mandatos impuestos por los distintos gobiernos para contener la pandemia.
Sin embargo, esto no impidió que las ventas en las librerías físicas se recuperaran el año pasado. El aumento de las ventas se debió en parte a la apertura de nuevos puntos de venta y a la adopción de la venta online por parte de las librerías independientes y de las cadenas, ya que aún hay mucha gente que prefiere ver in situ los libros.
Algunas problemáticas
A lo largo de 2021, los principales organizadores de eventos editoriales se esforzaron por volver a los eventos presenciales, sobre todo para ayudar a conectar a los editores y a los lectores. Pese a ello, no se pudo hacer mucho. Por ejemplo, la Feria del Libro Infantil de Bolonia se vio obligada a seguir en modalidad virtual. Esto claramente tuvo un impacto grande en la industria, sobre todo en la venta de derechos, dejando en crisis a las agencias literarias y a aquellos autores que deseaban darse a conocer en otras latitudes.
Otra problemática que se presentó en toda la industria y por supuesto en la del libro fue cómo se vio afectada la cadena de suministros. Si bien esto no fue tan latente al comienzo, poco a poco se comenzó a detectar demoras en los libros que provenían de proveedores extranjeros y la escasez de papel.
Esto se fue sopesando con la fluidez de publicación de nuevos títulos para que los problemas de suministros no se notaran tanto.
Algunas novedades en la industria editorial postpandemia
Ahora bien, la pandemia no solo trajo problemáticas, sino que también nuevas posibilidades para la industria. Por ejemplo, la aplicación TikTok surgió como un importante vehículo de promoción para los libros con la explosión de interés en «BookTok», que los usuarios utilizan para compartir sus libros y autores favoritos. Varios hashtags de BookTok hicieron que numerosos títulos, sobre todo en los segmentos de ficción para adultos y jóvenes, se convirtieran en bestsellers.
A modo de síntesis, podemos decir que el sector editorial poco a poco va retomando el ritmo «post» pandemia. Ya podemos ver en nuestras librerías favoritas algunas actividades; también ya se están retomando las ferias el libro presenciales, lo que va de la mano con la fuerte potencia del ecommerce editorial.
Constancia y paciencia es lo que necesitamos para que la industria editorial vuelva, más allá de que en esta época ya tenga otra configuración.